En el Sagrado Corán, Dios enseña a los seres humanos que fueron creados para adorarle, y que la base de toda verdadera adoración es la conciencia de Dios. Dado que las enseñanzas del Islam abarcan todos los aspectos de la vida y la ética, se fomenta la conciencia de Dios en todos los asuntos humanos.

El Islam deja claro que todos los actos humanos son actos de adoración si se realizan solo para Dios y de acuerdo con Su Ley Divina. Como tal, el culto en el Islam no se limita a los rituales religiosos. Las enseñanzas del Islam actúan como una misericordia y una sanación para el alma humana, y cualidades como la humildad, la sinceridad, la paciencia y la caridad son fuertemente alentadas. Además, el Islam condena el orgullo y la justicia propia, ya que Dios Todopoderoso es el único juez de la justicia humana.

La visión islámica de la naturaleza del hombre también es realista y equilibrada. No se cree que los seres humanos sean inherentemente pecadores, sino que se les considera igualmente capaces del bien y del mal. El islam también enseña que la fe y la acción van de la mano. Dios ha dado a la gente libre albedrío, y la medida de la fe de uno son sus obras y acciones. Sin embargo, los seres humanos también han sido creados débiles y caen regularmente en el pecado.

Esta es la naturaleza del ser humano tal como fue creado por Dios en Su Sabiduría, y no es inherentemente "corrupto" ni necesita reparación. Esto se debe a que la vía del arrepentimiento siempre está abierta para todos los seres humanos, y Dios Todopoderoso ama al pecador arrepentido más que a aquel que no peca en absoluto.

El verdadero equilibrio de una vida islámica se establece al tener un temor saludable de Dios, así como una creencia sincera en Su infinita Misericordia. Una vida sin temor a Dios conduce al pecado y la desobediencia, mientras que creer que hemos pecado tanto que Dios no nos perdonará solo conduce a la desesperación. A la luz de esto, el Islam enseña que: solo los extraviados desesperan de la Misericordia de su Señor.

Diles (¡oh, Muhammad!) a Mis siervos que se han excedido pecando: «No desesperéis de la misericordia de Al-lah. Al-lah perdona todos los pecados (de quien se arrepiente con sinceridad). Realmente, Él es el Indulgente, el Misericordioso.

Corán - 39:53

(interpretación del significado)

Además, el Sagrado Corán, que fue revelado al Profeta Muhammad ﷺ (la paz sea con él), contiene una gran cantidad de enseñanzas sobre la vida después de la muerte y el Día del Juicio. Debido a esto, los musulmanes creen que todos los seres humanos serán finalmente juzgados por Dios por sus creencias y acciones en sus vidas terrenales.

Al juzgar a los seres humanos, Dios Todopoderoso será tanto Misericordioso como Justo, y las personas solo serán juzgadas por lo que eran capaces de hacer. Baste decir que el Islam enseña que la vida es una prueba, y que todos los seres humanos serán responsables ante Dios. Una creencia sincera en la vida después de la muerte es clave para llevar una vida equilibrada y moral. De lo contrario, la vida se ve como un fin en sí mismo, lo que hace que los seres humanos se vuelvan más egoístas, materialistas e inmorales.

Fuente: spubs.com
Traducido por: Simona Di Giovanni